domingo, 16 de abril de 2017

Las Vías del Tren: Camino de muerte, pero también de vida


El Vía crucis por las vías del tren.

    Foto tomada en la vías del tren

  Somos una sociedad que ha olvidado la experiencia del llanto, nos cuesta trabajo hacer contacto con nuestros propios sentimientos. De hecho, evitamos sentir, reprimimos nuestros sentimientos con cosas vanas. La ilusión por lo insignificante, por lo provisional, nos lleva hacia la indiferencia hacia los otros, nos lleva a la globalización de la indiferencia. Las noticias de personas desaparecidas, masacradas, violadas se nos hacen tan común y tan normal. Le damos vuelta a la página del periódico ¡como cualquier cosa!

  El espiral de la violencia cada vez se hace más grande y cada vez está más cerca de nosotros. Hay muerte, sufrimiento. ¡Parece que siempre es viernes santo! Cada día las noticias hablan de injusticia, de impunidad. Y los principales afectados por toda esta ola de violencia e injusticia son las personas más pobres, los desprotegidos, los sin nombres, los que solo son cifras. ¡LOS NADIE, LOS INVISIBLES!

Fotografía tomada durante el Vía crucis

  Estamos viviendo en una sociedad individualista e indiferente, vivimos una cultura del envase. “La cultura del bienestar, que nos lleva a pensar solo en nosotros mismos, nos convierte en insensibles al grito de los demás, nos hace vivir en pompas de jabón, que son bonitas, pero son inútiles.”
  
   El sistema político, económico, el narcotráfico, la guerra, la falta de oportunidades condenan a miles de personas a migrar. Dejando tierra y familia. En el camino estas personas se convierten en números, son los menospreciados de esta sociedad en la que vivimos. En este peregrinar van conquistando una vida mejor pero se encuentran con violaciones, despojos, asaltos. Su recorrido no es nada fácil, hay muerte, desaparecidos. Se suben al "tren del volado". Porque pueden tener buena suerte y llegar o quedar en el camino.

¿Cuántas veces nos lamentamos por las muertes de nuestros hermanos migrantes? ¿Cuántas veces pensamos pobrecito haciendo referencia a una persona sin hogar (indigente)? Y seguimos nuestro camino….
Migrantes viacrucis en la comunidad La Victoria, Hermosillo

   He escuchado algunos comentarios de mis compañeros de la universidad que si aumenta el número de deportados a nuestra ciudad, aumentará la violencia y los robos. Esta mentalidad deja en manifiesto nuestro egoísmo pensando solo en nuestro bienestar personal sin importar – los otros.- Esto me preocupa como estudiante universitario ya que somos los futuros profesionistas que próximamente estaremos llevando las riendas de nuestro país y si no cambiamos nuestra manera de pensar, no solo en nosotros sino en construir una sociedad justa y fraterna, preocupados por los más pobres seguiremos peor a como estamos ahora.

  Siempre es viernes santo, los que condenan a Jesús es el mismo sistema económico, político y religioso. A los empresarios, autoridades y obispos no les interesan en absoluto los pobres, solo se preocupan y ocupan por satisfacer sus bolsillos. Es viernes santo, Jesús carga con su cruz. Ahora son los migrantes, los desplazados, los refugiados que cargan con una mochila y todo el peso de buscar una vida más plena, migrantes que camina por el calvario de la soledad, del desprecio, de la angustia. Migrantes que reciben los azotes de los prejuicios.


   Este viernes santo para mi fue diferente, porque caminamos cerca de las vías del tren cargando un crucifijo y acompañado de migrantes, representamos el vía crucis tradicional, solo que ahora era más viviente que antes. Porque veía rostros de Jesús herido, condenado, rostros que expresan miedo, soledad y abandono. Ojos con esperanza de seguir a pesar de tener el ánimo por los suelos, pero permaneciendo de pie. 

  En el camino los migrantes también se encuentra con Simón Cirineo, desde Chiapas hasta la frontera hay personas de buena voluntad que ayudan a cargar con este peso de la cruz. Hay albergues, comedores y voluntarios que ofrecen su tiempo para compartir con ellos la vida y la fragilidad, personas que no buscan nada a cambio. Solo son personas que tratan de escuchar sus sentimientos, de conmoverse (moverse) de la realidad y esto los saca de la indiferencia y del bienestar personal.


Comedor San Luis Gonzaga

  Es viernes santo y tratamos de que sea Domingo de Resurrección para los más desprotegidos en especial para los migrantes. Queremos que den ese salto de la muerte a la vida. Es nuestra responsabilidad de ayudar a dar ese salto a la vida, siendo hospitalarios unos para con otros.


Lo más peligroso no es el muro de Trump es el muro de los prejuicios e indiferencia….


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